Los beneficios del ayuno
Aprovechando que el verano es una época del año en la que reducimos la cantidad de alimentos y estos alimentos son de naturaleza más ligera, con menos grasas y con más proporción de agua, como las frutas y las verduras, sería ideal para conocer los beneficios del ayuno. Aunque no se trate de la mejor época para realizar los ayunos, puede ser una manera fácil y más cómoda de empezar a hacerlos y conocer sus beneficios para nuestro organismo.
Cuando hacemos un ayuno o semiayuno, permitimos que nuestro cuerpo descanse y los órganos emuntorios, que se encargan de eliminar las toxinas, también puedan mejorar funcionamiento. Un exceso o acumulación de toxinas procedentes de la mala alimentación o un mal funcionamiento orgánico, puede bloquear o impedir que nuestro cuerpo trabaje de manera adecuada.
El ayuno se trata, de un periodo de descanso del organismo en ingerir alimentos, que nos ayudará a reencontrar nuestra salud, y además toda la energía utilizada para realizar las digestiones podrá ser utilizada para ayudar a eliminar la toxemia acumulada e incluso esos kilos de más que nos sobran.
Al igual que nuestra mente necesita descansar de pensamientos continuos, a través de la relajación, meditación y ejercicios conscientes como el yoga o el taichí, a nuestro cuerpo también le viene bien descansar de las continuas actividades orgánicas y recuperar fuerza y energía por otras vías.
Cuando el grado de toxemia es muy elevado aparece la enfermedad y cómo síntoma muy común el cansancio y falta de energía, así como emociones negativas: mal humor, ira, agresividad.
Existen diversos tipos de ayunos, en función de la necesidad de cada persona y grado de toxemia que se quiera eliminar, podemos optar por un ayuno total, semiayuno, sólo con líquidos o con una
, tomando una clase de alimentos, ya bien sea frutas, arroz integral o verduras.
Se trata de un periodo en el que es necesario que tanto el cuerpo como la mente se encuentre relajados y que no exista una actividad intensa o se realice ejercicio fuerte; paseos tranquilos o ejercicios conscientes de respiración o meditación serían recomendables.
Siempre es aconsejable que el ayuno se realice con supervisión y seguimiento de un profesional.