Interacción de los cinco elementos. Ciclos de generación y control.
La teoría de los cinco elementos aparentemente es sencilla, y para poderla entender y conocer de qué forma actúa, tanto fisiológicamente como energéticamente, es necesario conocer los ciclos por los que está regido y la interacción de los cinco elementos.
Existen dos movimientos energéticos que determinan la relación entre los elementos:
Ciclo de generación o engendramiento. Ciclo Sheng.
Cada elemento genera al siguiente, ayudando al siguiente elemento, estimulándole, alimentándolo y haciéndole crecer. Se llama tradicionalmente “madre” al elemento que engendra al siguiente, y el “hijo” al elemento que es engendrado. En resumen podemos decir:
- El agua genera la madera
- La madera genera el fuego
- El fuego genera la tierra
- La tierra genera al metal
- El metal genera el agua
Ciclo de inhibición o de control. Ciclo Ke
Es necesario un mecanismo de regulación para que no exista un exceso y un desbordamiento al alimentar continuamente la relación entre la madre-hijo.
Podemos resumirlo:
- El agua apaga el fuego
- El fuego funde el metal
- El Metal corta la madera
- La madera penetra en la tierra
- La tierra absorbe el agua
¿Cómo podemos interpretarlo en la práctica o el día a día?
Teniendo en cuenta la correspondencia de cada elemento con la diversidad en la naturaleza y el ser humano, podemos corregir o equilibrar situaciones, que estén en exceso o defecto, gracias a los ciclos energéticos entre cada elemento.
La tierra en exceso, es un exceso de humedad que coincide con una emoción obsesiva y repetitiva. Quizá pueda ser causada por un exceso de alimentos dulces, por lo que queda afectado el órgano asociado y a su vez puede provocar un crecimiento o generación excesiva de su hijo, el elemento metal (generando más tristeza), frenando a su vez a la madre( alegría e euforia), que es el fuego. Por lo que para poder equilibrar podríamos estimular la madera para poder frenar la tierra. A través de la emoción del coraje o actuando sobre el hígado, por ejemplo con una depuración, o con alimentos ácidos, cómo el limón.