Colágeno
El colágeno es una proteína esencial que da forma a nuestro cuerpo, formando la estructura de las fibras, huesos, músculos, ligamentos, tendones, cartílagos, piel, órganos, vasos sanguíneos y otros tejidos conectivos.
Podemos comparar el colágeno como el pegamento que permite que todos nuestros tejidos permanezcan unidos y adquieran una consistencia fuerte. Si el colágeno no estuviese presente en nuestro cuerpo, no podría mantenerse y los líquidos no podrían retenerse en el interior.
Aproximadamente un 7% de nuestro cuerpo es colágeno, y hasta un 80% es parte de los tejidos conectivos que consolidan nuestros huesos, músculos, cartílagos y demás estructuras.
Existen varios tipos de colágeno, entre ellos podemos destacar:
– Colágeno Tipo I, presente en la dermis en un 70%, en los huesos, los tendones, la córnea,..
– Colágeno Tipo II, lo encontramos en los cartílagos hasta un 65% de nuestro cuerpo y humor vítreo del ojo.
– Colágeno Tipo III, formando parte de las paredes de los vasos sanguíneos, de los músculos y las glándulas.
A continuación enumeramos algunas propiedades beneficiosas que nos aportan:
– En la piel aporta firmeza y elasticidad, junto con la elastina. También es el responsable de bloquear las enzimas que causan un envejecimiento prematuro y por tanto evita la formación de arrugas.
– Conforman los huesos, y junto con el calcio aportan mayor solidez y consistencia.
– Las fibras de colágeno estructuran los cartílagos, y junto con la condroitina y glucosamina, aportan flexibilidad en las articulaciones y resistencia frente al desgaste.
– Forma parte de la estructura de los ligamentos y tendones, proporcionando mayor elasticidad y resistencia.
– Potencia la cicatrización de heridas
– Favorece la recuperación muscular y evita el desgaste articular, trás un ejercicio intenso o práctica de deporte habitual e intensiva.
– Ayuda a reducir peso, debido a que su ingesta tiene un efecto saciante.
– Ayuda a fortalecer el cabello y las uñas.
El colágeno presente en nuestro organismo va variando con la edad, siendo mucho mayor la cantidad en los bebés y niños, y a medida que van pasando los años va disminuyendo. Por lo que a partir de los 30 años el organismo pierde aproximadamente 1% al año, y a partir de los 50 años el cuerpo produce hasta un 40% menos de lo que el organismo necesita.
Además añadir que el colágeno en la piel se ve degradado por una exposición excesiva de rayos solares y se bloquea la formación por la presencia de los radicales libres.
A través de la alimentación podemos aportar el colágeno en nuestro organismo. Los alimentos más proteicos, carnes y pescados, tienen más colágeno; podemos encontrarlo también en numerosas verduras y frutas que contienen gran cantidad de vitamina C y K; y en alimentos que contengan ácidos grasos poliinsaturados Omega 3. Una dieta rica en antioxidantes beneficia la formación de colágeno en el cuerpo.
En ocasiones la asimilación de colágeno a través de la alimentación es deficitaria, así como los hábitos diarios o afecciones, que pueden hacer que nuestro cuerpo requiera una ingesta extra. Hoy en día existen en el mercado gran variedad de suplementos con los que podemos complementar nuestra dieta. Podemos encontrar sólo colágeno o reforzado con otras sustancias como vitaminas, Magnesio, Ácido Hialurónico,…actuando en sinergia frente a afecciones determinadas.
El colágeno hidrolizado sufre un proceso de desgrasado y predigestión, que permite una mayor absorción y asimilación por parte del organismo y con un resultado muy interesante en lesiones articulares y facilitando la adhesión de colágeno en el cartílago.
El colágeno es utilizado tradicionalmente con éxito, en afecciones tales como desgaste muscular, tendinitis, distensiones, gota artritis reumatoide, osteoartritis, artritis juvenil,… ayudando a consolidar la estructura y por tanto disminuir los dolores, inflamación, edema, y la rigidez.
