Algunas recomendaciones para el Invierno
Con la llegada del frío, los cambios repentinos de tiempo y menos horas de sol, nuestro cuerpo sufre cambios y en ocasiones alteraciones en nuestra salud, debidas al corto periodo de adaptación hoy en día y otros agentes externos.
Nuestro sistema inmunológico en Invierno se ve afectado por el frío, por lo que es necesario cuidar y adaptar nuestro cuerpo en función a nuestro entorno. Una manera de calentar nuestro cuerpo es a partir de la alimentación. Sería conveniente cambiar en la dieta el tipo de alimentación y utilizar menos alimentos fríos como la fruta, zumos y verduras crudas e introducir más sopas, caldos, guisos y legumbres, así como aumentar la ingesta de grasas, que nos ayudarán al cuerpo a mantener el calor.
Grasas de buena calidad, poliinsaturadas, procedentes de los frutos secos, pescados y aceites vegetales.
Las infusiones de especias como el jengibre, clavo, cardamomo, canela y clavo son ideales para aumentar nuestro calor corporal en Invierno y además de beneficiarnos de sus propiedades digestivas, estimulantes y energizantes del cuerpo.
Aumentar la ingesta de vitamina C ayuda a aumentar nuestras defensas. Sólo tenemos que observar la naturaleza y ver como los frutos que nos ofrece el Invierno, son ricos en vitamina C, como las mandarinas, naranjas, fresas, kiwis y limones.
Podemos ayudar a fortalecer a nuestro organismo con complementos nutricionales a base de: – Extractos de plantas como la Equinácea, el tomillo, uña de gato, Rhodiola y Ginseng.
-Con alimentos como la Jalea real y el propóleo.
– Con hongos medicinales, utilizados tradicionalmente por su acción inmunomoduladora. El Shiitake, Maitake, Cola de Pavo, Reishi.
-La oligoterapia es una técnica que ayuda a equilibrar nuestro terreno. Identificar la diátesis correspondiente y aplicar el oligoelemento adecuado puede mejorar nuestra salud y evitar afecciones repetitivas.
Dar especial importancia a nuestro terreno , teniendo en cuenta el estado en el que se encuentra nuestro organismo: ácido o alcalino, dependiendo de cómo esté, tendremos más propensión a desarrollar gérmenes o virus. En un terreno más ácido se tiende a contraer infecciones, por ello es muy importante cuidar la alimentación y reforzar nuestro organismo con alimentos y complementos que puedan alcalinizarla:
-Las sales minerales, vitaminas y alimentos como las algas (kombu, hiziki, wakame,…) y fermentos como el miso, umeboshi y chukrut entre otros.
– Los verdes de cebada y alfalfa muy ricos en clorofila. Pueden ayudar a mantener nuestro organismo en equilibrio y alcalinizarlo.
Podemos encontrarlo en nuestro herbolario de confianza.
El mantener nuestro intestino saludable puede reforzar y ayudar a nuestro sistema inmunológico; el uso de simbióticos, lactoferrina y su buen cuidado en la alimentación nos garantizarán una mejor salud y estado de nuestras defensas.
El invierno es una época dónde la energía baja, y se traduce en menos horas de sol y tiempo al aire libre. El frío y las lluvias nos limitan las actividades al aire libre, por lo que es época de aprovechar más la mañana y esas horas de sol que estimulan nuestra producción de vitamina D y ayudan a reforzar nuestro sistema defensivo.
Aprovechemos esas horas con menos luz en el Invierno, para el descanso, la reflexión, meditación y reponer energías.